Siento algo muy cálido y luminoso que me obliga a abrir los ojos, al hacerlo el techo de mi cuarto se materializa poco a poco, al mismo tiempo que mi conciencia; giro la cabeza hacia la ventana y percibo que será un día bastante caluroso, asomo mi mano derecha de entre las cobijas para alcanzar mi celular y tener una percepción mas clara del tiempo, son cerca de las 8:30. En ese momento mi mente se llena con el hecho de que hoy es el día del concierto. Instantes después escucho el solo de guitarra de Jimi Hendrix en la canción de Voodoo, es el tono para mensajes que mi celular posee. El mensaje proviene del celular de mi hermano que me informa de su llegada al Foro Sol, que hay poca gente y que seremos de los primeros.
Escucho nuevamente el tono de mi celular, aseguro que es mi hermano una vez más poniéndome al tanto de lo que va aconteciendo en el Foro; vaya sorpresa al ver que era de alguien con quien había quedado días antes en asistir al concierto, en ese momento atraviesa en mis pensamientos el motivo de ese mensaje y al leerlo se confirma el presentimiento. Son alrededor de las 10:30 y ya estoy molesta. Decido comenzar a prepararme para salir de mi casa debido al súbito cambio de planes, aunque después de la molestia me viene la preocupación pensando que tal vez algo malo pudo haber sucedido, marco a su número celular 2 veces, sin que haya respuesta alguna; por lo que procedo a enviarle un mensaje, esperando alguna respuesta.
Antes de medio día, salgo de mi casa en camino al Foro Sol, reviso una vez más la ruta que tenía en mente para hacer más corto el trayecto, así que llegó a la línea B y comienzo el recorrido. Ciudad Azteca, Impulsora, Ciudad Aragón, Oceanía, Aeropuerto, Pantitlan y finalmente Ciudad Deportiva; son las estaciones que veo pasar cada vez que levanto la mirada.
Marco al celular de mi hermano mediante el manos libres de mi celular ya que vengo escuchando la radio. Me da las indicaciones respectivas para ir a su encuentro; al verme me mira despistado, como buscando a alguien más, se acerca y me pregunta: Que paso? Por que vienes sola? Lo pongo al tanto de la situación y también se molesta, pero ahora la preocupación es otra. Que hacer con un boleto sobrante horas antes del comienzo del evento y a sabiendas de que aún hay disponibles para la sección donde estamos ubicados?
Rápidamente se nos acercan los revendedores pensando que tal vez podían sacar algo del asunto, así que nos ofrecen la mitad del valor original del boleto, obviamente mi hermano niega el acuerdo, no por el dinero ofrecido si no por el disgusto hacia el oficio de estas personas. Me sugiere ir a donde sus amigos se encuentran, me invita una helada cerveza la cuál acepto sin dudar debido al intenso calor que ya se dejaba sentir, son las 14:00 horas.
Conozco a los camaradas de mi hermano, dos de ellos los acaba de conocer en la mañana. Mi hermano se encuentra aferrado a no dejar perder el boleto, hace algunas llamadas a sus conocidos para invitarlos a ir pero ninguno esta disponible; en vista del éxito no obtenido decide ir a venderlos cerca de la taquilla. Yo me quedo platicando con los nuevos conocidos acerca del evento que se aproxima. Suena mi celular, es mi hermano informándome que debido a la disponibilidad en taquilla, hay que rebajar el precio del boleto; sin vacilar le hago saber que carezco de importancia en cuanto al monto que le den, en esta situación lo que paguen por el boleto ya es ganancia.
Regresa mi hermano con una sonrisa en el rostro, lo que confirma la transacción totalizada. Pasa el tiempo y pareciera que el sol en su afán de poner a prueba nuestro fanatismo sube 2 tonos más a la potencia del calor que emana, el tiempo sigue su curso. Son cerca de las 3 de la tarde, del otro lado de la reja los escasos elementos de seguridad, miran asombrados nuestro temple, que al contrario de ellos aún permanece intacto. Se acerca gente organizadora del evento, intercambian unas cuantas palabras con ellos, poco después se aproximan a la reja y nos dan indicaciones de establecer una fila; apesare de que sabíamos que la entrada sería mas tarde, paso por nuestra mente un acceso prematuro.
Somos demasiados los que estamos ansiosos por entrar, lo cuál nos hace perder rápidamente la paciencia, algo sucede unos cuantos metros hacia el fondo de donde nos encontramos, en cuestión de segundos se desata una lluvia de líquidos entre los presentes, solo veo botellas de agua y vasos de cerveza alzar el vuelo de un extremo al otro, los silbidos y los gritos se hacen más frecuentes, inevitablemente comienzan los empujones.Ahora formo parte de un mar de personas en plena tormenta, se que esto apenas está comenzando.
Conforme pasa el tiempo nos alteramos más, los saltos y los coros no se hacen esperar, poco después uno de ellos se transforma en nuestro grito de guerra: "portazo, portazo". La presión es demasiada, mi hermano preocupado por mi seguridad me pregunta constantemente como me encuentro, me da indicaciones en lo que debo de hacer si se sucita dicho evento... diablos acaban de abrirse 2 de las 5 puertas. Mi hermano se ubica algunos cuerpos adelante y apunto de entrar, presionan demasiado, yo me estoy quedando atrás, más atrás; dirijo todas mis fuerzas hacia mi brazo izquierdo sujetandome de una barra, subo mi pierna en un apoyo que lo más seguro es parte del cuerpo de alguien más, me impulso por encima de otras 2 personas, me jalan del hombro derecho y a la vez yo jalo a alguien más del hombro contrario. Ya veo a mi hermano de nuevo, tomo su brazo y atravesamos juntos la puerta.
Automáticamente comienza la desbocada carrera hacia la puerta 1 del Foro, en cuestión de 2 segundos giro mi cabeza sobre el hombro y como si el tiempo se hubiese detenido, observo cuidadosamente la situación detrás de nosotros -los organizadores no tienen más remedio que abrir las 3 puertas restantes para evitar algo de que lamentarse, los policías observan atónitos y sin poder hacer algo al respecto- regreso la mirada al frente y el tiempo corre de nuevo.
Veo 2 vayas blancas que debemos de saltar para recortar 5 metros de carrera, en cuestión de 3 segundos más y sin estar consiente de ellos las acabo de saltar, sigo corriendo al lado de mi hermano y vemos aproximarse la puerta indicada donde ya se esta haciendo fila de nuevo para pasar por el último acceso. Acabo de formarme, pero mi hermano visualiza que un poco más adelante hay otra con menos gente, corremos hacia ella.
Ahora giro mi cabeza hacia la derecha y me percato que ese acceso aún permanece cerrado, los que se encuentran afuera no saben que sucedió pero comienzan a alborotarse al ver que ya estamos dentro. Avanzamos rápidamente. La persona que registra mi boleto, no se le ve muy buen semblante, está un poco pálida y su pulso no es el más firme. Paso sin problemas. Mi hermano tarda un poco más debido a la búsqueda de metales en sus ropas.
Mi hermano llama por el celular a nuestros camaradas para saber su ubicación exacta. Ya los vi. Corremos hacia ellos. Me dan el paso hasta tocar la barra metálica, desplomo mis brazos. Mi cuerpo comienza a presentar síntomas debido a la cantidad de adrenalina segregada momentos antes, mi vista se nubla, las piernas no responden. Me siento en el piso y solo pienso en tranquilizarme. Mi hermano también está agotado, reconozco en ese momento que apesar de ser menor que yo, es más fuerte.
Aún faltan 2 horas para que comience el concierto, ya me encuentro mejor. La gente sigue ingresando, ya de manera pasiva. Nuestros ánimos van en aumento, lo cuál provoca que estemos muy al pendiente del ingreso de la zona "A", el desfile de personalidades y apodos comienza. Realmente me estoy divirtiendo.
Gracias al movimiento de la tierra sobre su propio eje, el sol ya nos ha dejado de torturar. El lugar esta a un 70% de su capacidad. La gente sigue llegando.
Algunos tratan de obtener un mejor lugar sometiendo bastante presión sobre los que ya estamos aquí. La presión se propaga por espasmos, en los cuáles se estruje todo mi cuerpo, pero ya estoy aquí y he de soportarlos.
Se prenden las luces del escenario, lo cuál provoca un último espasmo, en el cuál siento perder el aliento. Pero nos calmamos al ver que no son las personas por las que estamos aquí este día, como se había anunciado con anterioridad la cantante ahora en escena es la hija de Steven Harris. El estilo de la música es rock pop, los abucheos comienzan.
Escucho la que es su última canción, se despide y desaparece del escenario, esperamos unos minutos más, se apagan las luces por completo y...
Así fue como comenzó el mejor concierto al que he asistido a mis 25 años.
Escucho nuevamente el tono de mi celular, aseguro que es mi hermano una vez más poniéndome al tanto de lo que va aconteciendo en el Foro; vaya sorpresa al ver que era de alguien con quien había quedado días antes en asistir al concierto, en ese momento atraviesa en mis pensamientos el motivo de ese mensaje y al leerlo se confirma el presentimiento. Son alrededor de las 10:30 y ya estoy molesta. Decido comenzar a prepararme para salir de mi casa debido al súbito cambio de planes, aunque después de la molestia me viene la preocupación pensando que tal vez algo malo pudo haber sucedido, marco a su número celular 2 veces, sin que haya respuesta alguna; por lo que procedo a enviarle un mensaje, esperando alguna respuesta.
Antes de medio día, salgo de mi casa en camino al Foro Sol, reviso una vez más la ruta que tenía en mente para hacer más corto el trayecto, así que llegó a la línea B y comienzo el recorrido. Ciudad Azteca, Impulsora, Ciudad Aragón, Oceanía, Aeropuerto, Pantitlan y finalmente Ciudad Deportiva; son las estaciones que veo pasar cada vez que levanto la mirada.
Marco al celular de mi hermano mediante el manos libres de mi celular ya que vengo escuchando la radio. Me da las indicaciones respectivas para ir a su encuentro; al verme me mira despistado, como buscando a alguien más, se acerca y me pregunta: Que paso? Por que vienes sola? Lo pongo al tanto de la situación y también se molesta, pero ahora la preocupación es otra. Que hacer con un boleto sobrante horas antes del comienzo del evento y a sabiendas de que aún hay disponibles para la sección donde estamos ubicados?
Rápidamente se nos acercan los revendedores pensando que tal vez podían sacar algo del asunto, así que nos ofrecen la mitad del valor original del boleto, obviamente mi hermano niega el acuerdo, no por el dinero ofrecido si no por el disgusto hacia el oficio de estas personas. Me sugiere ir a donde sus amigos se encuentran, me invita una helada cerveza la cuál acepto sin dudar debido al intenso calor que ya se dejaba sentir, son las 14:00 horas.
Conozco a los camaradas de mi hermano, dos de ellos los acaba de conocer en la mañana. Mi hermano se encuentra aferrado a no dejar perder el boleto, hace algunas llamadas a sus conocidos para invitarlos a ir pero ninguno esta disponible; en vista del éxito no obtenido decide ir a venderlos cerca de la taquilla. Yo me quedo platicando con los nuevos conocidos acerca del evento que se aproxima. Suena mi celular, es mi hermano informándome que debido a la disponibilidad en taquilla, hay que rebajar el precio del boleto; sin vacilar le hago saber que carezco de importancia en cuanto al monto que le den, en esta situación lo que paguen por el boleto ya es ganancia.
Regresa mi hermano con una sonrisa en el rostro, lo que confirma la transacción totalizada. Pasa el tiempo y pareciera que el sol en su afán de poner a prueba nuestro fanatismo sube 2 tonos más a la potencia del calor que emana, el tiempo sigue su curso. Son cerca de las 3 de la tarde, del otro lado de la reja los escasos elementos de seguridad, miran asombrados nuestro temple, que al contrario de ellos aún permanece intacto. Se acerca gente organizadora del evento, intercambian unas cuantas palabras con ellos, poco después se aproximan a la reja y nos dan indicaciones de establecer una fila; apesare de que sabíamos que la entrada sería mas tarde, paso por nuestra mente un acceso prematuro.
Somos demasiados los que estamos ansiosos por entrar, lo cuál nos hace perder rápidamente la paciencia, algo sucede unos cuantos metros hacia el fondo de donde nos encontramos, en cuestión de segundos se desata una lluvia de líquidos entre los presentes, solo veo botellas de agua y vasos de cerveza alzar el vuelo de un extremo al otro, los silbidos y los gritos se hacen más frecuentes, inevitablemente comienzan los empujones.Ahora formo parte de un mar de personas en plena tormenta, se que esto apenas está comenzando.
Conforme pasa el tiempo nos alteramos más, los saltos y los coros no se hacen esperar, poco después uno de ellos se transforma en nuestro grito de guerra: "portazo, portazo". La presión es demasiada, mi hermano preocupado por mi seguridad me pregunta constantemente como me encuentro, me da indicaciones en lo que debo de hacer si se sucita dicho evento... diablos acaban de abrirse 2 de las 5 puertas. Mi hermano se ubica algunos cuerpos adelante y apunto de entrar, presionan demasiado, yo me estoy quedando atrás, más atrás; dirijo todas mis fuerzas hacia mi brazo izquierdo sujetandome de una barra, subo mi pierna en un apoyo que lo más seguro es parte del cuerpo de alguien más, me impulso por encima de otras 2 personas, me jalan del hombro derecho y a la vez yo jalo a alguien más del hombro contrario. Ya veo a mi hermano de nuevo, tomo su brazo y atravesamos juntos la puerta.
Automáticamente comienza la desbocada carrera hacia la puerta 1 del Foro, en cuestión de 2 segundos giro mi cabeza sobre el hombro y como si el tiempo se hubiese detenido, observo cuidadosamente la situación detrás de nosotros -los organizadores no tienen más remedio que abrir las 3 puertas restantes para evitar algo de que lamentarse, los policías observan atónitos y sin poder hacer algo al respecto- regreso la mirada al frente y el tiempo corre de nuevo.
Veo 2 vayas blancas que debemos de saltar para recortar 5 metros de carrera, en cuestión de 3 segundos más y sin estar consiente de ellos las acabo de saltar, sigo corriendo al lado de mi hermano y vemos aproximarse la puerta indicada donde ya se esta haciendo fila de nuevo para pasar por el último acceso. Acabo de formarme, pero mi hermano visualiza que un poco más adelante hay otra con menos gente, corremos hacia ella.
Ahora giro mi cabeza hacia la derecha y me percato que ese acceso aún permanece cerrado, los que se encuentran afuera no saben que sucedió pero comienzan a alborotarse al ver que ya estamos dentro. Avanzamos rápidamente. La persona que registra mi boleto, no se le ve muy buen semblante, está un poco pálida y su pulso no es el más firme. Paso sin problemas. Mi hermano tarda un poco más debido a la búsqueda de metales en sus ropas.
Mi hermano llama por el celular a nuestros camaradas para saber su ubicación exacta. Ya los vi. Corremos hacia ellos. Me dan el paso hasta tocar la barra metálica, desplomo mis brazos. Mi cuerpo comienza a presentar síntomas debido a la cantidad de adrenalina segregada momentos antes, mi vista se nubla, las piernas no responden. Me siento en el piso y solo pienso en tranquilizarme. Mi hermano también está agotado, reconozco en ese momento que apesar de ser menor que yo, es más fuerte.
Aún faltan 2 horas para que comience el concierto, ya me encuentro mejor. La gente sigue ingresando, ya de manera pasiva. Nuestros ánimos van en aumento, lo cuál provoca que estemos muy al pendiente del ingreso de la zona "A", el desfile de personalidades y apodos comienza. Realmente me estoy divirtiendo.
Gracias al movimiento de la tierra sobre su propio eje, el sol ya nos ha dejado de torturar. El lugar esta a un 70% de su capacidad. La gente sigue llegando.
Algunos tratan de obtener un mejor lugar sometiendo bastante presión sobre los que ya estamos aquí. La presión se propaga por espasmos, en los cuáles se estruje todo mi cuerpo, pero ya estoy aquí y he de soportarlos.
Se prenden las luces del escenario, lo cuál provoca un último espasmo, en el cuál siento perder el aliento. Pero nos calmamos al ver que no son las personas por las que estamos aquí este día, como se había anunciado con anterioridad la cantante ahora en escena es la hija de Steven Harris. El estilo de la música es rock pop, los abucheos comienzan.
Escucho la que es su última canción, se despide y desaparece del escenario, esperamos unos minutos más, se apagan las luces por completo y...
Así fue como comenzó el mejor concierto al que he asistido a mis 25 años.
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